A lo largo del tiempo el ser humano emprendió un camino de búsqueda, algunos buscaron la felicidad, otros el éxito, muchos la iluminación. De acuerdo con esto se agruparon y establecieron círculos de pertenencia. Se establecieron, a su vez, grandes diferencias y luchas entre estos grupos. Pero, si nos detenemos un instante, y separamos los medios de los fines, es posible que todos estemos de acuerdo en algo: El Ser Humano busca la PLENITUD.

Esta plenitud es el centro del ecosistema, el centro de la constelación.
La Razón, para poder entender este concepto y tratar de alcanzarlo, la divide en dos aspectos, uno atemporal: La Plenitud; y el otro temporal: El Propósito. Este último, es en esencia, un Camino. Un paso a paso, un día a día, solo o compartido, bajo el sol o guiado por las estrellas. El Centro de la constelación nunca deja de ser el camino y el camino siempre es el centro: La Plenitud.
La empresa ALDEA es una co-creación, un Camino compartido, un Propósito de puertas abiertas, que invita, que es más oídos que dogmas, un espacio atemporal pero Real, en equilibrio dinámico, donde la naturaleza tiene su lugar y habla, donde nuestra biología nos muestra sus notas y sus silencios, una balanza que enseña que una semilla es tan importante como la arquitectura, unidas por la geometría de los Valores, arquitectónicos y medioambientales, sí, pero por sobre todo humanos.
ALDEA se dibuja con los colores de la Plenitud, el Camino, el Propósito, los Valores, la Identidad de cada uno al servicio de un Todo Integrador y Generoso.
Estás camino a esta Creación conjunta y mancomunada, que para muchos nos será un punto de llegada, pero para nuestros hijos e hijas será su punto de partida.